Artículo.-
El racismo es un mal social. Un cáncer que marca vergonzosamente la civilización humana.
Debemos considerar que el racismo es la influencia de una sociedad alienada que busca estandarizar a los seres humanos, y utiliza los medios masivos de comunicación para definir este supra control, destinado a obedecer intereses de grupos económicos, asociados con el consumismo.
El racismo sólo traduce la discriminación, que es una forma de división entre los hombres, expresada en las guerras, la pobreza y el hambre, de nuestra propia necedad humana.
Nuestra tarea es redescubrir los lazos que nos unen como hermanos, y a partir de ello, luchar juntos para construir una sociedad libre de prejuicios donde la solidaridad entre los hombres nos forje un mañana.
En este artículo también quiero recalcar que uno de los tantos efectos de la globalización que hoy vivimos, es la pérdida de identidad de los pueblos, por las invasiones de las empresas trasnacionales de países desarrollados, que acechan a nuestro país y a la gran diversidad de conflictos.
La globalización en ámbitos de comunidad arranca a la gente sus valores, sus costumbres, sus tierras, bosques, oficios, tecnologías y cosmologías del marco cultural en el que están enraizados y los obliga a entrar en un nuevo marco que refleja y refuerza los valores e intereses de nuevos grupos dominantes, que solo nos explotan.
La migración es un problema que se desencadena a partir de la globalización y su imaginario, en el cual también se liberan factores raciales.
LINDA VILLACÍS NARVÁEZ.
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